Es un tema recurrente en las Organizaciones: buscar culpar a las personas de los problemas o deficiencias que presentan los procesos, cuando los "culpables" son -muchas veces- quienes los organizan (quienes conducen los procesos).
Se trata de la vieja y conocida pregunta que suelen hacer los que dirigen: "¿Quién fue el b ... obo que se equivocó?". Buscar al "responsable", retarlo, sancionarlo siempre reporta supuestos beneficios al supervisor, al jefe, al gerente, a un ministro o a ... una presidenta (ver abajo "Los tontos fueron mis funcionarios"). Es una forma elegante de evitar la responsabilidad por el proceso deficiente, por el control que falla.