Así como sucede con los vinos patagónicos, la República Argentina está incorporando a su producción de trigo a la región norte de la Patagonia, que incluye buena parte de los valles rionegrinos y que podría transformarse con el tiempo en una de las grandes sorpresas por su alto nivel de rendimiento (entre 8.000 y 9.000 kilos por hectárea). Según dicen se parece a los cinturones trigueros europeos, donde hay temperaturas frescas y altos niveles de radiación, pero con baja cantidad de lluvia (el riego será clave)
Este es un buen ejemplo de adapatación al cambio climático. Claro que la mitigación sigue siendo el camino a seguir*, pero frente a la realidad la adaptación es necesaria.
Profundizaremos este tema en una próxima nota sobre las Normas ISO vinculadas al cambio climático
(*) Por ejemplo a través de los 17 objetivos y 139 metas de la Agenda 2030 del Pacto Ambiental Global
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